¿Por qué me suceden estas cosas?¿

Salmo 139:6

"Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo puedo comprender".

Cuántas veces me pregunté, ¿porqué me suceden estas cosas?

Y tratando de comprender con mi mente, con mi experiencia de vida, y con mi sabiduría, me hacia mas preguntas que me llevaban a la primer pregunta con la que comencé,

¿Por qué me suceden estas cosas?

Y al ver que nada me traía resultados brillantes, pero ver que mas o menos andaban bien las cosas, seguí para adelante, y aprendí la cultura de “Zafar”, pero llego el tiempo en que también el hecho de “Zafar” no traía soluciones que marcaran mi vida, o el rumbo de una situación adversa, simplemente, dilataba el problema de fondo, y ahí estaba nuevamente preguntándome: ¿Por qué me suceden estas cosas?

Es donde pensé que buscando en alguien mayor, con mas experiencia de vida, podría encontrar lo que estaba buscando, y en principio fue bueno, al buscar consejo de mi padre, o familiares, ellos ponían lo mejor de ellos, pero con el correr del tiempo me di cuenta, que solo había aprendido a Zafar mejor.

Y yo como padre, muchas veces, también puedo llegar a aconsejar a mis hijos, pensando que es lo mejor, porque como dice el Señor,” que padre si el hijo le pide pan le daría una piedra”, pero también comprendí que a pesar de las buenas intenciones de los consejos recibidos, y lo que pude dar, si bien la intención es buena, no significa que eran las soluciones correctas.

Con todo este conflicto, es donde conocí al Señor, y de repente comenzaron a suceder cosas que me maravillaron, me sorprendió la manifestación de Dios, en todo lo que tenía por costumbre, mis gustos musicales, mi manera de ver las cosas, y la paz que supera todo entendimiento.

Todo venia bien, hasta que me puse a pensar en un momento, un instante, el querer comprender lo que estaba sucediendo, y mas cuando intente comprender que había sido perdonado de mi pasada forma de vivir, y como un fantasma del pasado, trate de entender, porque merecía yo esto, como Dios me había perdonado, y caí nuevamente en la pregunta:

¿Porqué me pasan estas cosas?

Pero como para todo, para esta pregunta también hay respuesta en la palabra de Dios, cuando pude encontrar que dice el Señor: Si un padre malo puede dar buenas cosas a sus hijos, cuanto mas yo puedo dar.............Y esto cayó como un renuevo en mi mente, y recordaba cada momento en que mis padres a amigos, te hacen un regalo, o dan un abrazo, o algo tan simple como un llamado telefónico, eran cosas que no necesitaba comprender, simplemente recibirlas, y disfrutarlas.

Dice el Salmo 139:6 - Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo puedo comprender.

Si bien algunas cosas que suceden, no son de lo mejor que uno espera, debemos saber en nuestro interior, que si es voluntad de Dios, simplemente esta bien, sin tratar de comprender ¿Por qué me suceden estas cosas?, sabiendo que la situación ya no me haría “zafar”, sino que el resultado, será “LA VICTORIA”.

En el verso 14 del Salmo 139, hay una clave que es reveladora, el salmista dice: Te alabaré.

Este bien podría ser el camino a la adoración en espíritu y verdad, a poder estar en todo momento en esta actitud, no tratando de entender, sino simplemente esperando en él.

Dice el Salmo 139:14 – “Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien”.

Oración: Señor mío, fortaleza mía, mi único consolador, mi salvador, solo quiero decirte gracias por las cosas que haces en mi vida, las que creo entender, y las que no, porque maravillosas son tus obras, y me tomaste del mundo para que sea tus manos en este mundo, Señor, no quiero perder mas tiempo tratando de comprender, quiero pasar mas tiempo contigo, no solo decirle al mundo que te amo, hoy quiero decírtelo a ti en persona, gracias por la paz que estoy recibiendo en este momento, no la puedo ver, no la puedo comprender, pero “mi alma lo sabe muy bien”......................................Te amo Señor...................Amén!!!

Con Cariño y Amor.

Marcelo y Graciela.