Dedique 10 minutos para orar a Dios su oración diaria, consolar su alma,
esperar en la ministración divina para el día, y concientizarse de la lucha espiritual contra el mal en todo tiempo.
Debemos diariamente orar a Dios nuestra oración diaria, consolar nuestra alma,
esperar en la ministración divina para el día, y concientizarnos de la lucha espiritual contra el mal en todo tiempo.
Tomo fuerzas en el Señor para hacer frente a los ataques enemigos.
Me fortalezco pues con la unción del trino Dios.
Venceré segura y ampliamente cual David contra Goliat.
Armo mi ser de la vestidura santa de Dios, pues en Adán no puedo vencer, sí en Cristo el segundo Adán.
La lucha es espiritual y no carnal, a muerte y no a juego, de fe y no de incredulidad,
contra entidades del mal y no contra entidades humanas y del bien.
Los dardos enemigos vienen a través de carne y sangre, pero son originadas
a través de espíritus inmundos en los lugares celestiales sin Cristo.
Levanto pues mi escudo, empuño mi espada, me pongo el yelmo, la coraza también, y el calzado espiritual,
para poder vencer en el día malo y estar firme como un guerrero verdadero del Señor. ¡Aleluya!
El amor cubrirá todas las faltas contra mi prójimo, y avergonzará a las huestes espirituales del maligno
que buscan perjudicarme con dardos, mentiras, flechas, engaños, palabras tergiversadas y dudas.
Mi oración alejará al mal, la súplica me acercara al Eterno Padre Celestial que está en los cielos de poder,
la vigilia me indicará la estrategia a seguir en esta guerra espiritual, y la perseverancia me hará vencer hasta el final. ¡Amén!
Hablando la palabra del Señor diariamente, echaré fuera al mal de sobre las personas y salvaré a muchos con el favor,
poder y gracia de Dios. ¡Amén! ¡Aleluya! ¡Gloria a Dios!
Extraído del Libro "Orando con la Armadura de Dios"
Puede adquirir el libro virtual en
http://orando-con-la-armadura-de-dios.webnode.com/
Padre y Dios mío, creo en tí, perdóname por mis pecados, me arrepiento por estar lejos de ti, te pido que me perdones, a través de tu Hijo Jesucristo, lo recibo a él en mi corazón para recibir su nueva naturaleza que me hará vencer el pecado, entra Jesús en mi vida y hazme una nueva persona, en tu nombre te lo pido y te doy gracias, te alabo y te bendigo. Amén.
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Muchas Gracias, y que Dios te Bendiga Ricamente..
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