Sueña
Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien. No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas. ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos! Si los enumero, se multiplican más que la arena; Despierto, y aún estoy contigo.
Salmo 139:13-18
Sueña grandes sueños para tu Dios, pues él es soñador.
Como sus siervos, y como nosotros soñamos con la creación y contigo.
Nunca dejes de soñar. Que no sea lo último que dejes para el final. Y aún allí mismo sueña.
Vida te daré, luz y no oscuridad, aliento, y camino. Te extenderás y ensancharás tu camino.
Sueña despierto, sueña dormido, en pruebas y en luchas, en gozo y en alegría.
Sueña grandes cosas para Dios, para tu vida, para tu familia, y para los demás.
Entusiasma a otros con tus sueños. Que ellos se acostumbren de ti, de tu visión y anhelo, de tu revelación y fuerza, de tu fe y visión que el Dios verdadero te ha mostrado.
Aunque tu sueño lo veas lejos, llegarás a él. Con ayuda divina y esfuerzo y perseverancia humana. Soportando embates y depresiones, fracasos y retrocesos, aflicciones y avances.
Yo Jesús de Nazareth, quien te ayuda a soñar las maravillas de Dios sobre tu vida personal y espiritual.
Oración
Señor Jesús, gracias por ayudarme a soñar las hermosas cosas que Dios tiene para mí. Me encomiendo a ti. Amén.
Extracto del libro "365 Mensajes de Jesús desde el cielo, devocional diario", MEQ.
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