
Había una canción que escuchaba cuando era chico ( Muy chico ), que decía: “No se lo que quiero pero lo quiero ya!”, y por mas que busque, me pareció la mejor definición para la palabra ansiedad, porque hay veces que sabemos lo que queremos, pero no sabemos realmente porque nos pasa que no podemos esperar, son cosas generalmente buenas, y uno las espera tanto porque cree que cuando llegue eso que no vemos la hora que llegue, traerá la paz, el amor, lo lindo de la vida, y además logrará llenarme, ocupar un espacio que no se porque pero nada ni nadie lo pudo llenar.
¿Qué hacemos entonces?
1 Pedro 5:7 “echando toda vuestra ansiedad sobre el, porque el tiene cuidado de vosotros.”
Cuando dice la palabra “echando toda vuestra ansiedad sobre el”, nos dice la forma de poder dejar que la ansiedad tenga el control de mi vida, mis afectos, y me corra del presente, y me haga vivir pensando y teniendo mis esperanzas en lo que viene, en lugar de cuidar y disfrutar el hoy, lo que tengo, los que me rodean.
¿Por qué la ansiedad desmedida no es de bendición?
1 – Puede distraerme
2 – Puede cambiar mis valores
3 – Me hace tomar malas decisiones
4 – No me deja madurar
5 – Me hace perder el tiempo
Por estas cosas Dios nos dice en su palabra: “echando toda vuestra ansiedad sobre el” y la manera es pedirlo en oración, poder meterme en mi habitación y en lugar de repetir lo de siempre, poder reconocer y pedirle: “Señor quita la ansiedad de mi corazón, porque me lastima”, Al final de 1 Pedro 5:7 Dice: “porque el tiene cuidado de vosotros.” Y esto habla de que solo Dios puede tener el control de nuestras ansiedades, y que al entregarlas a El, El tiene cuidado de nosotros, ahora porque tendrá Jesús tanto interés en quitar la ansiedad, y cuidarnos el personalmente, eso está en el versículo siguiente: 1 Pedro 5:8 “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.
La ansiedad pone lo que quiero alcanzar en primer lugar, y el primer lugar siempre debe ser de Dios, por esto tantas veces pensamos o decimos, ¿Dónde estas Dios?, ¿Por qué me pasa a mi otra vez?, ¿Por qué la historia se repite?, esto es porque mi ansiedad que me distrajo, cambio mis valores, me hizo tomas las peores decisiones y elecciones de mi vida, y me corrió del cuidado de Jesús, y me expuso al león rugiente que no se cansa de esperarme para devorar todo lo que intento levantar, pero cuando el que levanta no es el hombre, levanta Dios, y donde levanta Dios, no hay león, no hay dolor, no hay temor a la muerte, hay Gloria, y solo Gloria.
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