
Yo te conozco, Desde que fuiste engendrado/a en el vientre de tu madre. Desde que diste tus primeros pasos. Desde que te salió tu primer dientito. Cuando creces y te pones lindo/a. Cuando creces y te pones viejo/a. Cuando comienzas y terminas tus estudios. Cuando te pones de novio/a y te casas. Cuando nace tu primer y ultimo hijo/a. Cuando clamas a mi ante tus imposibles. Cuando te levantas cansado a la mañana y ves que tienes que afrontar un nuevo día. Cuando miras por los intereses de tu familia y también por el de los demás. Cuando trabajas cada día en mi reino y tratas de agradarme, salvando al hombre de su pecado. Cuando miras la viga en tu ojo y no la paja en el ojo de tu hermano. Cuando vas más allá de tus fuerzas con mis fuerzas. Cuando reconoces tus limitaciones como ser humano y no como dios. Cuando vienes a mí a través de la oración privada. Cuando tienes fe en mi palabra y en mi poder. Cuando caminas justamente en la vida. Cuando estás en la soledad de tu cuarto y pierdes la fe y esperanza en mí. Cuando le dedicas tiempo al estudio para alcanzar una profesión. Cuando trasgredes las leyes establecidas. Cuando ves las cosas que no son como si fuesen. Cuando perdonas, amas, y das una segunda oportunidad a las personas. Cuando ves la miseria humana y te apiadas de ella. Cuando te afliges cuando no alcanza el dinero que ganas para afrontar tus
necesidades. Cuando te sientas y te paras, cuando te acuestas y te levantas, cuando duermes y te despiertas. Cuando ostentas de tus logros ante los demás. Cuando abusas sobre los demás, de tu autoridad delegada. Cuando no haces lo que deberías hacer. Cuando no agradeces, no honras, no bendices. Cuando solo me buscas para pedirme. Cuando te sientes débil y afligido ante la vida y sus dificultades. Cuando cae la noche y viene la mañana. Cuando viene la enfermedad y se va. Cuando tienes temor y tienes paz. Cuando te comparas con otros y eso te pone mal. Cuando te enojas y te endureces. Cuando piensas mal, hablas mal y haces el mal. Cuando vas al trabajo y viajas tanto para llegar, aún con grandes dificultades. Cuando tienes grandes sueños existenciales, y ves que todo sigue igual sin poder alcanzarlo. Cuando eres débil y cuando eres fuerte. Cuando te esfuerzas y no ves resultados. Cuando buscas y no encuentras. Cuando pides y no recibes. Cuando golpeas y no te abren. Cuando lloras y no te consuelan. Cuando nadie te entiende. Cuando sientes que has fracasado, aun habiendo intentado, lo cual te hace un vencedor. En todas las etapas de tu vida. Cuando das tu último suspiro en esta vida.
Firma:
Tu Padre Dios que te ama y te anhela.
Dios les Hable y les Revele su voluntad.
Con amor y fe.
Marcelo y Graciela Quiroga.
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