
¡Aceptame como soy!
Un soldado que finalmente volvia a casa, despues haber luchado en Vietnam, llamó a sus padres desde San Francisco
- Mamá, estoy volviendo a casa, pero antes quiero pedirles un favor. Tengo un amigo, un compañero del ejército al que me gustaria llevar a casa porque no tiene adonde ir.
- Claro, respondieron, nos encantaria conocerlo.
-Pero hay algo que deben saber antes de que vayamos. El sufrió una terrible herida en uno de los combates. Pisó una mina y perdió un brazo y una pierna.
-¡Que lastima! Es horrible, lo sentimos mucho, quizás podamos ayudarlo a encontrar algún lugar para vivir.
- ¡No mamá, yo quiero que viva en nuestra casa!
- Pero hijo, no sabes lo que estás pidiendo, no tienes ni idea de las dificultades de vivir con una persona en esta situación.
La madre de acuerdo con los comentarios del padre añadió: - Alguien con tanta dificultad seria una carga demasiado pesada para nosotros. Tenemos nuestra propia vida y no queremos que algo así interfiera y limite nuestro modo de vivir.
Es mejor que vuelvas tú solo a casa y te olvides del asunto. Él ya encontrará una manera de vivir por si mismo, no te preocupes.