SI
TE TENDRIA QUE DECIR ALGO COMO CRISTIANO, TE DIRIA ESTO:
AMIGO/A, Debes arrepentirte de tu pecado adánico y práctico, porque la
paga del pecado es la muerte, pero el regalo de Dios es vida eterna en Cristo
Jesús Señor Nuestro.
También debes nacer de nuevo, del agua y del Espíritu de Dios, a través de la
fe que te fue dada, si quieres ver y entrar al reino de los cielos.
Recibe el perdón de Dios, la justificación, la salvación y la liberación del
espíritu de condenación a través del espíritu de vida en Cristo Jesús.
Abandona la incredulidad, el ocultismo, y la idolatría en todas sus formas.
AMIGO/A, Acepta a Jesús de Nazareth, que es la propiciación y rescate de Dios
para tu vida, en tu corazón y ser, como Hijo de Dios, crucificado y resucitado
por el poder de Dios.
Renová el espíritu de vuestra mente, amando a tu prójimo como amas a Dios y a
ti mismo.
Renuncia a la vanidad, al orgullo, al egocentrismo, y a la egolatría.
Debes vivir en santidad y paz con todas las personas, pues nadie verá al
Señor sin ella. Si es que quieres ir al cielo y no al infierno.
Sigue a Jesús para ser luz de este mundo y sal de la tierra, y no
oscuridad y un esclavo del diablo.
AMIGO/A, El seguir a Jesús no es una opción sino una decisión del
corazón, para cuidar el camino al árbol de la vida que habita en la ciudad
celestial.
Conoce y cumple los mandamientos bíblicos y sacramentos cristianos, con
el poder de Dios y la fe en el bendito evangelio de nuestro Señor Jesucristo,
para asegurar la salvación completa y el cristianismo práctico.
Además, debes congregarte y más cuando ves que aquel día del Señor se acerca,
para bendición o castigo.
Sobre todo, debes perdonar a tus ofensores, y pedir perdón a aquellos que
heriste de alguna manera.
AMIGO/A, Aún debes santificarte y perfeccionarte en el Señor, para preparar tu
corazón para la vida eterna y la morada celestial cuando Jesucristo venga otra
vez.
Alcanza sanidad interior y todas las bendiciones del Altísimo Dios, por medio
de la consejería y sometimiento eclesial.
Por todo esto, AMIGO/A, te exhorto a que tomes decisiones firmes en la
búsqueda celestial para tu bien y el de los que te rodean, puesto que Dios
tiene un propósito para ti en esta vida y en la venidera.
Dios quiere salvarte, hacerte un discípulo de Jesús, líder espiritual y
bendición a los demás, a través de la Iglesia del Señor. Esperando su gloriosa
venida, para recompensar a los justos y juzgar a los impíos, Amén.
Te digo todo esto AMIGO/A, en el
nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén. Y declaro que si
obedeces el llamado celestial, tu vida será bendecida grandemente.
Tu AMIGO y AMIGA, Marcelo y
Graciela Quiroga.
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