ORACION AL ESPIRITU DE DIOS
Confiese esta oración con su boca para que sea oída en lo alto.
Espíritu de Dios, que junto al Padre y al Hijo has hecho esta creación hermosa, te alabo y te bendigo en esta hora.
Reconozco tu poder y superioridad sobre todo lo creado. Exaltado y enaltecido seas Espíritu de Dios. Tú eres el Dios que cabalga sobre los cielos, que anda sobre las alas del viento, que te mueves dando vida y resplandeciendo en las tinieblas de este mundo. Ven a mi vida y lléname. Tócame, pasa por mi lado y roza tan solo mi ser con tu liberación espiritual Señor.
Ruego tu ministración en mí y en mi familia, mi matrimonio y mis hijos, mi trabajo y mis estudios, mis bienes y economías, te lo imploro en el Nombre de Jesús de Nazareth, Hijo del Dios Altísimo Creador. Así sea.
Maravilloso Señor, que envías tu Espíritu Santo a nuestras vidas en lenguas vivas espirituales, en revelación, en puertas abiertas, en oídos abiertos, en paz interior, en tranquilidad, en confianza, en fuerza, en respuestas, y en bendición constante. ¡Amén!
Eres la persona que más da mi Dios. Por eso eres Dios y no hay otro como tú.
Nadie apareció para ponerse a tu altura, y el que lo hizo era un pobre diablo.
Los ídolos de las naciones son hombres y cosas, todas que se destruyen con defraudo y con el tiempo. Pero Tú eres desde la eternidad, nadie como tú, ninguno que pueda igualarte en obras y magnificencia. No apareció nadie en la lista Señor. Amén.
Millones de años has tomado para tu obra maestra y es digna de contemplar. Gracias. Toda la Gloria a ti mi Dios, con el Hijo y con el Espíritu Santo de Dios. Así sea siempre.
Pido al Espíritu de Dios su unción, su provisión, su paz, su sanidad, su salvación, su inspiración, su creatividad, su vivificación, su restauración, y su renovación constante sobre mí, para poder vivir la vida en abundancia que el Padre y el Hijo me dan.
¡Oh Trinidad hermosa que buscas verte en nosotros! ¡Cuán grande es tu amor sin igual! ¡Nadie como tú, ni en los cielos, ni en la tierra, ni debajo de la tierra, Es verdad!
Señor, mis fuerzas decaen, mi mente claudica, mi espíritu se aflige, mi corazón se hiere, mi boca me condena, mis oídos se cierran, mis manos se duermen, y mis pies se detienen si no estás tú.
Ten piedad y misericordia de mi Hijo de David, Dios de Abraham, de Isaac, y de Jacob. Poderoso eres tú. Con el solo toque de tu mano seré libre y liberado para reinar contigo por toda la eternidad Jesús. Amén.
Con el solo levantamiento de un dedo tuyo, mis imposibles pueden cambiar de un momento para otro.
¡Oh fe de Dios ven a nosotros y crece aún más! Se hará.
Bendice mi familia, padres, hijos, esposa/o, y familiares que te conocen y los que no. Bendice Dios mío, por favor te lo pido, yo nada puedo hacer en mis fuerzas, soy hombre/mujer, limitado/a, pobre, débil e ignorante para ayudarlos.
Inclina tus cielos y derrama tus bendiciones hasta que sobreabunden, Padre, conforme a tu poder que actúa en nosotros. Gracias mi Dios porque tú lo haces por mí. Amén.
Aleja de mi la tentación, el pecado, y la perdición, Señor.
Espíritu de Dios desciende como paloma sobre mí y hazme un cordero de Dios que soporta el pecado del mundo, mi Dios. Amén Señor.
Reprende al devorador de mi vida Padre todopoderoso del cielo y de la tierra, échalo fuera de mí y de mis pertenencias, de mi familia y amigos, de tus bendiciones y logros realizados en tu nombre Señor. Amén.
Detiene el avance del mal, de la persecución, de la indiferencia, del menosprecio, y del agobio del mundo impío, Oh Padre.
¡Oh cuánto amor para morir por el pío y el impío mi Señor! Gracias por ser Dios e ir más allá de nuestros pensamientos Padre. ¡No hay otro como tú mi Dios! Padre, Hijo y Espíritu Santo del Dios Altísimo! ¡Lo declaro!
¡Quién como tú que te humillas a mirar en el cielo y en la tierra! ¡Que haces salir tu sol sobre todos! ¡Que alimentas a todo ser viviente! ¡Que vives más allá del horizonte, pero en nuestros corazones has hecho morada eterna!
¡Eternas Gracias mi Dios trino vencedor! ¡Gracias por amar la justicia y aborrecer la maldad! ¡Amén!
Toda la Gloria a ti Abba Padre, que con el Hijo único Jesús y el Espíritu de Dios han planeado tan perfecto plan, justo, santo, único, inamovible, inconmovible, inquebrantable, y salvador Señor.
¡Oh Amador y Señor mío! a nadie tengo en los cielos sino a ti! Ven pronto a mi vida y toma tu lugar Señor. Amén, Sí, Ven, Señor Jesús. Amén.
por Marcelo Quiroga, ©2015
MUSICA: (Gentileza Samuel Quiroga)
Espíritu de Dios - Jason Upton
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