📕 DANDO ALAS A TU FE (AYUNANDO)
Muchos de nosotros hemos ayunado. A causa del ayuno, nuestro cuerpo muchas veces no reacciona muy bien.
Entonces nos decimos: “Está claro que el ayuno no es para mi”.
Durante muchos años nos privamos de los beneficios de combinar el ayuno con la oración: beneficios espirituales, físicos, emocionales... Tenemos que entender que es un tiempo en el cual debemos despejar nuestra cabeza, enfocarnos en Jesús y dejar que Él nos guie de nuevo al ayuno. Podemos ayunar de diferentes formas, por ejemplo con jugos de frutas y legumbres.
Es normal que el cuerpo reaccione a veces violentamente al ayuno, y hay remedios para esos efectos. Empecemos a tomarle gusto poco a poco al ayuno, y a ayunar 1/2 día, 1 día, 3 días, 7 días....
Comencemos a programar regularmente tiempos en los que podamos apartarnos en un sitio aislado para orar y ayunar.
Comprobaremos que lo que nos parecía totalmente imposible y médicamente contraindicado, se convertirá en algo que ahora esperaremos con impaciencia, sabiendo cuánto, a pesar del hambre de los primeros días, esta práctica será beneficiosa y cómo dará alas a nuestra fe.
Filipenses 2:13, “porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad”. Dios te capacitará y sostendrá en este tema del ayuno cuando llegue el momento.
Por tanto, ¡no te desanimes si no consigues ayunar ahora! Dios no está enfadado contigo, al contrario: Él desea ayudarte a no abandonar. Te animamos a que intentes encontrar un tipo de ayuno que te venga mejor, empezando poco a poco, y que dejes a Dios encontrarte ahí donde estás.
Te invitamos a orar ahora: “Señor, Tú ves mi deseo de obedecerte, de poner aparte un tiempo para ayunar y orar, para acercarme a ti. Varias veces lo he intentado pero no he llegado hasta el fin. Dame la fuerza de cumplir con este compromiso, y enséñame cuál es la mejor manera de honrarte, a fin de que pueda ver un cambio en mi vida. ¡Gracias Señor! Amén”.
ANONIMO.
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