La importancia de la lectura de la Biblia IV
Continuación...
8) SANIDAD PARA NUESTRAS ENFERMEDADES
La palabra de Dios trae sanidad a la persona que confía en ella.
"Envió su palabra, y los sanó, y los libró de su ruina" (Salmo 107:20).
"Jehová Dios mío, a ti clamé, y me sanaste" (Salmo 30:2). "El sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas" (Salmo 147:3). "El es quién perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias" (Salmo 103:3). "Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada. (Salmo 91:9-10).
Cuántas promesas de sanidad nos dará Dios, y su palabra será medicina para nuestro espíritu.
9) PROTECCION CONTRA EL MAL
Otra de las cosas que nos dará el leer la Biblia y ponerla en práctica es la defensa contra las fuerzas del mal que querrán
perturbarnos. Estas fuerzas vienen contra nuestras vidas por medio de temores, depresión, angustia, vicios, y cosas peores.
Jesús se defendió en el desierto, en la tentación con la palabra de Dios.
El le dijo al diablo: Escrito está (v.4), y Escrito está (v.6), y después Escrito está (v.7) y dice la Biblia que el diablo
le dejó y Jesús ganó la batalla de la Salvación.
"Vestíos de toda la armadura de Dios (Consejos de la Biblia), para que podáis estar firme contra las asechanzas del diablo
"(Efesios 6:11).
Este capítulo de la Biblia nos enseña que debemos vestirnos con una armadura espiritual que es de escudo para la batalla contra el mal.
En el mundo no solo existe lo material que uno ve sino lo invisible, espiritual, que puede ser bueno o malo.
Tú debes conocer las armas que vencen las fuerzas del mal y que la palabra de Dios te entrega.
10) LIBRE DE LA CULPA
¿Cuántas cosas venimos leyendo que tal vez no sabíamos, pero es una realidad? La persona que no conoce los mandamientos que la Biblia declara y le ordena cumplir dice la Biblia que es maldita, o sea: "Perversa, de mala intención, condenada por la Divina justicia".
El desconocimiento de la palabra de Dios trae maldición a las personas.
"Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo Te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán..." (Deuteronomio 28:15). "Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas" (Gálatas 3:10). "Esta gente que no conoce la ley maldita es" (Juan 7:49).
Más si tú le obedeces, acontecerá lo siguiente:
"Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas éstas Bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios..." (Deuteronomio 28:1-4)
11) CONDICION DEL HOMBRE
La condición del hombre es uno de los tantos temas que le interesa conocer al humano. El descubrirse a sí mismo, el descubrir
el yo; ¿seré bueno? ¿Seré justo? ¿Seré un escogido?
Pero la palabra de Dios nos enseña lo siguiente:
"No hay justo, ni aún uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. (Romanos 3:10-12). "Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?" (Romanos 7:18-24). "Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23).
¿Qué?, ¿Cómo?, ¿Qué Yo?, Sí, querido amigo, esa es la condición del hombre y de la mujer frente a un Dios tres veces Santo.
No tienes que seguir descubriendo tu condición. Esa es la condición del ser humano ante Dios, pecador, sin Dios y sin
esperanza en este mundo.
Pero si tú te arrepientes de estar lejos de Dios y le pides perdón, y decides estar cerca de él, puedes hacerlo en este mismo instante.
Ora así de esta forma:
Dios mío, me arrepiento de todos mis pecados, perdóname por mis pecados, perdóname por estar lejos de ti, más ahora me vuelvo a ti, creo en tu palabra; y yo te acepto en mi corazón, Jesús entra en mi corazón y haz de mí una nueva criatura. ¡Amén!
AHORA ERES LO SIGUIENTE
Querido amigo, ya eres salvo, ya puedes levantarte en alto y decir: Libre soy de mi pecado porque Jesús me alumbró y me salvó.
"Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como
propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia,
los pecados pasados. (Romanos 3:24-25).
"De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas". (2
Corintios 5:17).
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