
Menos sal, mejor rendimiento renal
09:22 11/05/2011 Entre los consejos para cuidar nuestros riñones se recomienda bajar el consumo de sodio en los alimentos.
Este año, la conmemoración del Día del Riñón pretende alertar sobre la estrecha relación que existe entre el funcionamiento de los riñones y del corazón, recordando que la insuficiencia renal crónica es una enfermedad que está adquiriendo dimensiones epidémicas en el mundo.
La elevada incidencia de enfermedad cardiovascular no se limita solo a las personas que reciben tratamiento de diálisis, sino que también está presente en quienes padecen distintos grados de insuficiencia renal.
La alimentación es uno de los pilares fundamentales de la prevención.
Entre las medidas alimentarias más importantes, se encuentra la reducción de la ingesta de sodio en la dieta. El sodio es el integrante principal de la sal. Es necesario saber que la sal que se le agrega a las comidas, solo representa el 30 al 40% de la que consume una persona cada día. El resto, o sea el 60 a 70%, proviene de los alimentos elaborados por la industria, en especial los fiambres, embutidos y enlatados, la mayonesa, los snacks y galletitas, las comidas elaboradas fuera del hogar, pizzas, empanadas y hamburguesas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que una persona debe consumir 5 gramos diarios de sal. Los argentinos ingieren un promedio de 13 gramos por día, es decir, más del doble de lo aconsejado.
Sólo por comer pan, se consume en promedio 3,4 gramos de sal por día en Argentina. Debido a la alta relación de la ingesta de sodio con las enfermedades cardiovasculares, el Ministerio de Salud de la Nación decidió iniciar una prueba piloto en la provincia de La Pampa, para disminuir a la mitad la cantidad de sal en el pan que consumen los pampeanos y evaluar luego sus niveles de hipertensión arterial, infartos y accidentes cerebrovasculares.
Se sabe que por cada gramo de sal que se reduzca en el consumo de la población, se podrían evitar 20.000 infartos y accidentes cerebrovasculares y 2.000 muertes al año en nuestro país.
Una iniciativa necesaria es exigir que los restaurantes y casas de comidas ofrezcan la alternativa de elegir menús elaborados sin sal.
Es posible disminuir la sal que se ingiere, controlando los alimentos que comemos y eliminando el agregado de sal a las comidas. También se pueden utilizar los sustitutos de sal con bajo contenido en sodio. Recuerde: "cuanto menos sal, más vida".
Para una alimentación más saludable, también es importante evitar las grasas saturadas, de origen animal y las grasas "trans", que aumentan el colesterol y los triglicéridos e incrementan el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Estas grasas están presentes en las facturas, masas de hojaldre, en algunas margarinas, galletitas, golosinas y barras de cereal. Lea las etiquetas y elija las que consignan "0% grasas trans" y las que no tienen grasas saturadas. Las grasas nocivas también se originan en las frituras de los alimentos, aunque hay algunos aceites que no las generan, como los de alto oleico.
Otro hábito que debemos estimular es el consumo diario de vegetales y frutas, de las que los argentinos consumen aproximadamente 200 gramos diarios cuando lo aconsejado es el doble (400 gramos o 5 porciones al día).
Realizar actividad física todos los días durante al menos 30 minutos, no fumar, mantener un peso normal, consumir suficiente cantidad de líquidos, reducir la ingesta de carnes, incluir el pescado una vez por semana y elegir lácteos descremados, completan el espectro de consejos prácticos para mantener su corazón y sus riñones sanos.
(*) Nutricionista - Asociación Neuquina de Nutricionistas
SONRÍE SIEMPRE PORQUE JESUCRISTO TE AMA Y MURIÓ POR TI PARA REGALARTE LA SALVACIÓN.
Gentileza Dra.Consuelo Orozco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario