Firmes y adelante, huestes de la fe,
sin temor alguno, que Jesús nos ve,
Jefe soberano, Cristo al frente va,
y la regia enseña, tremolando está.
Firmes y adelante, huestes de la fe,
sin temor alguno, que Jesús nos ve.
Al sagrado nombre de nuestro Adalid,
tiembla el enemigo y huye de la lid,
nuestra es la victoria, dad a Dios loor,
y oigalo al averno llevo de pavor.
Firmes y adelante, huestes de la fe,
sin temor alguno, que Jesús nos ve.
Muévese potente, la Iglesia de Dios;
de los ya gloriosos marchamos en pos;
somos solo un cuerpo, y uno es el Señor,
una la esperanza y uno nuestro amor.
Firmes y adelante, huestes de la fe,
sin temor alguno, que Jesús nos ve.
Tronos y coronas pueden perecer;
de Jesús la iglesia fiel habrá de ser;
nada en contra suya prevalecerá,
porque la promesa nunca faltará.
Firmes y adelante, huestes de la fe,
sin temor alguno, que Jesús nos ve.
Himnos de Gloria, Nro 15.
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