El Espíritu Guiando
POR PEDRO FUENTES (BS AS)
Juan 16:13
Vivimos en un tiempo en el que no es tan sencillo saber qué cosas son verdad y cuáles son mentira. El engaño es moneda corriente y está aprobado por la sociedad relativista que nos ha tocado vivir. Hay veces en que nos encontramos en aprietos para saber con claridad qué caminos tomar en relación a alguna decisión importante.
En el año 1990 participé como censista del Censo Nacional. Me tocó censar unas 14 casas en medio del monte santiagueño, cada una de ellas estaba a un par de kilómetros de distancia una de otra. Yo no conocía los caminos para trasladarme hasta cada una de las casas, en realidad no había caminos, sino algunas huellas que debía seguir. En el curso de capacitación que nos dieron, el jefe de distrito ofreció una persona como guía a los que lo necesitaran. Recuerdo que me pusieron como guía a un niño de unos 12 años, era increíble cómo se manejaba en medio del monte, lo conocía perfectamente y gracias a su ayuda pude hacer el trabajo en el tiempo estipulado, sin problemas y sin perderme.
Movernos como cristianos en este mundo, lleno de senderos y caminos cortados, es muy difícil, en realidad es imposible a menos que tengamos alguien que pueda guiarnos. Jesús dijo en una ocasión que los fariseos eran ciegos y guías de ciegos. Lamentablemente muchos cristianos no aceptan ser guiados por quien realmente conoce el camino y puede llevarnos perfectamente al destino correcto; ése es el Espíritu que Jesús nos dejó para que cumpla con esta función.
Para saber si estamos siendo guiados por el Espíritu, debemos verificar ciertos controles como los relojes de un vehículo:
PRINCIPIOS DE LA PALABRA. El Espíritu siempre nos guiará en concordancia con los principios de Dios, nunca seremos llevados a contradecir ni a desobedecer un mandato del Señor.
CONVICCIÓN INTERNA. Debemos estar suficientemente seguros que estamos haciendo lo correcto, si no es así, es mejor detenernos.
PAZ EN EL CORAZÓN. La paz interior es una señal del Espíritu para que avancemos o para que nos detengamos en nuestro caminar.
LAS CIRCUNSTANCIAS. Cuando todas las circunstancias se presentan en contra, debemos detenernos y esperar, quizás sea una señal externa que el Espíritu de Dios está dejando para que no avancemos, pero cuando éstas son favorables podemos avanzar tranquilos. Pero nunca son las circunstancias únicamente las señales que debemos seguir.
Reflexión: El Espíritu guía sólo a quienes se dejan guiar. Para pensar: “Pero si los guía el Espíritu, entonces ya no estarán sometidos a la ley” Gálatas 5:18
EL ESPÍRITU GLORIFICANDO
“El Espíritu me glorificará, porque tomará de lo mío y se lo dará a conocer a ustedes” Juan 16:14
Cuando una persona vive para glorificar a Dios está cumpliendo con el primer propósito para el cual Dios nos ha creado. En la Biblia glorificar a Dios no significa darle mayor gloria ya que no necesita aumentarla. Esto mismo es lo que sucede con Jesús, él no necesita que nosotros le llevemos gloria, entendiendo ésta como honor y honra.
Si entendemos el concepto de gloria como el esplendor de su belleza y de su perfección, como la manifestación de la persona de Dios, tenemos que decir que dar gloria a Jesús es:
MOSTRAR SU ROSTRO.
El Espíritu tiene entre sus funciones mostrarnos el rostro del Señor, es decir la persona de Jesús. Cuando nuestra forma de hablar y nuestra conducta están siendo guiadas y controladas por el Espíritu, entonces nuestra vida está glorificando a Jesús. Cuando puedan confundirnos con Jesús, estaremos en un buen nivel de estar dando gloria a él.
APRENDER CÓMO ES JESÚS
La forma en que el Espíritu nos hace glorificar a Jesús es hablándonos de él. Cada día entiendo mejor aquella frase que nos repetía hasta el cansancio un profesor del Instituto Bíblico. Él nos decía que los cristianos debemos leer todos los días a Jesús si deseamos ser buenos seguidores del Maestro. El Espíritu está muy interesado en hacernos conocer más de Jesús, el asunto es que nosotros estemos dispuestos a ser enseñados por él. Cada uno de los cuatro evangelios nos relata aspectos de cómo era Jesús, cómo pensaba, cómo sentía, cómo actuaba y es esto lo que debemos mirar cuando leemos de su historia, para ser como él.
Reflexión: Sólo cuando vemos su rostro, este puede reflejarse en nosotros.
Para meditar: “Yo honraré a los que me honran” 1ª Samuel 2:30
SIGUIENDO A JESÚS
“Y les dijo: venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres”
Mateo 4:19
De alguna manera todos seguimos a alguien o a varios. Son aquellas personas que por su cercanía nos han influenciado y estamos imitando su modelo de vida. Los seguimos porque nos atraen y nos encantan con su estilo de vida. En esta semana pensaremos en la manera en que Jesús fue llamando a distintas personas y como éstas aceptaron su invitación. Nosotros, al igual que ellos, podemos vivir cada día SIGUIENDO A JESÚS.
Fuente:
http://www.mdedecision.com.ar/180/180-el_espiritu_guiando.html
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