.png "English"){kind=small}
Una Simple Oración: Cinco Búsquedas en el Padre Nuestro
POR DANIEL CHEVRIAU (BS AS)
PRINCIPIO N° 3“Y orando, no uséis vanas repeticiones como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos” (Mateo 6:7)
Un ejemplo clásico para comprender las virtudes de la oración eficaz es el profeta Elías (Santiago 5:16-18), por lo tanto es importante evaluar nuestra experiencia personal a la luz de su ejemplo. Antes de considerar algunos principios que emanan del ejemplo de Elías es importante remarcar que los cristianos muchas veces por costumbre predicamos fuera del púlpito cuando no deberíamos hacerlo. Lamentablemente existen casos cuando en la oración privada en vez de procurar establecer un genuino contacto con Dios se le presenta a Él un sermón acerca de sus Atributos u otras cuestiones doctrinales que para el propósito que se busca son totalmente irrelevantes.
La oración no debe ser efectuada con el fin de impresionar a nadie, mucho menos a Dios, Quien antes que digamos palabra ya sabe lo que vamos a decir, pues conoce lo profundo de nuestro corazón. Teniendo esto en cuenta consideremos…Algunos Principios para la Oración Eficaz siguiendo el Ejemplo de Elías
“Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras...”(Santiago 5:17)
La idea en este versículo es que Elías tenía “sentimientos semejantes” a los nuestros, lo cual implica emociones como temores, alegrías, angustia y otras que tanto nos afectan en nuestra vida cotidiana. También la palabra “pasiones” tiene que ver con aquello que se sufre o experimenta en cualquier manera. Por lo tanto, él estaba expuesto a situaciones exactamente iguales a las nuestras, implicando todas las áreas de la vida, aún las más insignificantes, pero que muchas veces permitimos que condicionen nuestra vida de oración. Leonard Ravenhill escribía en “¿Por qué no llega el avivamiento” la siguiente reflexión: “A la pregunta: ¿Dónde está el Dios de Elías? Respondemos: Pues, donde ha estado siempre, ¡en Su Trono!; pero ¿Dónde están los Elías de Dios? Sabemos que Elías era un hombre de pasiones semejantes a las nuestras, pero, ¡Ay! nosotros no somos hombres de oración como él. Hoy Dios parece olvidar a los hombres de oración, no porque somos demasiado ignorantes, sino porque somos demasiado autosuficientes. ¡Hermanos, nuestras capacidades son nuestros impedimentos y nuestros talentos piedras de tropiezo!” ¿Será posible que la debilidad de Elías haya sido su mejor arma para alcanzar la oración eficaz?, si es así, entonces al tener “pasiones semejantes” a las suyas, estamos en condiciones inmejorables para vivir una vida de oración semejante a la del profeta.
“...oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió...” (Santiago 5:17)
La palabra “poliptoton” puede parecernos curiosa y hasta simpática, pero más allá de eso, es la que denomina la figura literaria que aparece en el texto mencionado. Evis Carballosa define esta figura de la siguiente manera: “Poliptoton es la repetición de una palabra con el mismo sentido, pero no en la misma forma¨ Con respecto a Santiago 5:17 dice:
“En este caso Santiago usa el sustantivo PROSEUCHE y el verbo PROSEUXATO para dibujar un cuadro maravilloso tocante a la importancia de la oración. Una traducción literal de lo escrito por Santiago sería: Elías... oró con oración. La imagen literaria conlleva el significado de haber orado intensamente con devoción y fervor. De esa manera debemos imitar a Elías, orando con la intensidad y el fervor con el que aquel profeta oró”
Cuando hablamos de “oraciones que solo llegan hasta el techo”, nos referimos a aquella experiencia fría y sin vida que implica solamente un ejercicio intelectual sin que lleguemos a comunicarnos verdaderamente con El Creador. La mera religiosidad en la vida cristiana en muchas ocasiones nos lleva a practicar la oración como si esta fuera simplemente la firma de un cheque por un empresario o el marcar la tarjeta de un obrero, es decir, solo un trámite necesario pero no mucho más que eso. Mientras tanto la Obra de Dios necesita “oraciones eficaces” y aún más en aquellos que deben ir un paso adelante marcando el sendero del pueblo cristiano; la única forma de hacerlo es imitando al profeta, quien “orando, oraba”.
“...oró fervientemente para que no lloviese...Y otra vez oró y el cielo dio lluvia...” (Santiago 5:17-18) Carlos Spurgeon dijo acerca de la oración:
“Buscar auxilio de un Ser Sobrenatural en tiempo de aflicción es un instinto de la naturaleza. Creo en la veracidad de este instinto, y en que el hombre ora por cuanto hay algo en la oración. Así cuando El Creador le da a su criatura la capacidad de tener sed, es porque existe el agua para satisfacer esa sed; y como cuando crea el hambre, hay alimento que corresponde a ese apetito; así mismo cuando El inclina a los hombres a orar, es porque en la oración hay una correspondiente bendición para ellos!”
¡Cuántas veces las oraciones que elevamos a Dios son hechas sin la suficiente expectativa! Es necesario imitar a hombres como Jorge Müller, que llevaban un detalle escrito de sus oraciones específicas, y las correspondientes respuestas de Dios, pues al releer ese detalle podremos tener en claro con Quien estamos tratando, y ese ejercicio mejorará notoriamente nuestra devoción y vida de oración. Refiriéndose a esta práctica tan necesaria y saludable, Jorge Müller escribió lo siguiente: “He descubierto que es una gran bendición atesorar en mi memoria las respuestas que Dios misericordiosamente concede a mis oraciones. Y siempre conservo un registro escrito para ayudar a mi memoria. Yo recomiendo tener una pequeña libreta de notas para tal fin. En un lado de la hoja (digamos en el lado izquierdo) escriba la petición y la fecha cuando comenzó a orar por ella. Conserve el lado opuesto para anotar la respuesta en cada caso. Se dará cuenta de las muchas respuestas que obtiene y de esta manera se animará más cada día, y su fe se fortalecerá. Verá cuan amoroso, generoso y misericordioso es el Señor; su corazón se enamorará cada vez más de Él, y dirá: Es mi Padre Celestial que ha sido tan bueno conmigo. Confiaré en Él para siempre”
1 Reyes Capítulos 17 al 19 es un relato de un hombre en comunión con Dios. Elías no es solamente un ejemplo de concentración en la devoción, sino también por su andar cercano al Señor. Es interesante notar su sometimiento sin especulaciones a la Voluntad de Dios; lo que nos habla de una sensibilidad especial. Muchas veces en nuestro andar cristiano nos dedicamos a tantas tareas adicionales, que nos olvidamos de lo esencial, que es vivir en un espíritu de oración constante. “Orad sin cesar” (1 Tesalonicenses 5:17)
León Morris en “Las cartas a los Tesalonicenses” comenta acerca de este versículo: “No es el mover los labios, sino elevar el corazón lo que constituye la esencia de la oración... Esto es lo que nos capacita para poner en práctica el mandamiento: ORAD SIN CESAR. No es posible que pasemos todo el tiempo con palabras de oración en los labios. Pero sí podemos pasar todos nuestros días en espíritu de oración, reconociendo nuestra dependencia de Dios por todo lo que tenemos y por todo lo que somos, reconociendo su compañía en cualquier lugar donde nos encontremos y entregándonos continuamente a Él para hacer Su Voluntad. Donde hay tal estado interior habrá también una expresión externa en forma de oración verbal. En relación con esto debemos notar las frecuentes oraciones llenas de gozo que aparecen a través de todas las cartas de Pablo. La oración era tan natural y tan permanente para el Apóstol que inevitablemente se manifestaba en su correspondencia”
El cristiano DEBE caminar con Dios, si no lo hace equivocará el rumbo, y aquellos que le siguen sufrirán las consecuencias. En este aspecto, es necesario actuar como “místicos”, pues no podemos bajo ninguna circunstancia dejar de comunicarnos con Dios, porque ello es esencial para nuestro servicio al Señor, e influenciará todo lo que hagamos. Carlos Spurgeon reflexionaba sabiamente al escribir: “Las puertas del templo del amor divino no se cierran nunca. Nada puede establecer una barrera entre un alma que ora y su Dios. Las rutas de los ángeles y de las oraciones están siempre abiertas. Tan solo enviemos la paloma de la oración y estemos seguros de que regresará a nosotros con una rama del olivo de la paz. Hoy como siempre el Señor se interesa en las plegarias de sus hijos y quiere ser misericordioso con ellos”
“Respóndeme, Jehová, respóndeme”(1 Reyes 18:36-37)
Finalmente llegamos al punto que nos animó a incluir a Elías como ejemplo de oración. Más allá de todo lo que vemos en su vida que es digno de imitar, considero que es sumamente importante el relato de 1 Reyes Capítulo 18 para ver el gran contraste que hay entre la “religiosidad” y la “fe genuina”. Los versículos 26 al 29 nos muestran a un grupo de religiosos procurando impactar a la multitud presente al mismo tiempo que “presionaban” a su “dios” para obtener la respuesta que deseaban. Cuando leemos “invocaron... desde la mañana hasta el mediodía… clamaban a grandes voces” y “siguieron gritando frenéticamente”, ¡cuántas imágenes conocidas pasan por nuestra mente! Lo triste es que esto que conocemos como una forma pagana de religiosidad muchas veces es tomado como la regla para el ministerio de la oración y la intercesión. Obviamente, al continuar el relato sabemos que todo eso no sirvió para nada y que en ninguna forma constituye el modelo de Dios para la búsqueda de comunión e intimidad con Él. En los versículos 36 y 37 leemos una simple oración compuesta por solo 59 palabras, ¡la cual tuvo como resultado que Dios consumiera el holocausto con fuego del Cielo! En Eclesiastés 5:2 dice: “No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabras delante de tu Dios; porque Dios está en el Cielo, y tú sobre la tierra; por tanto sean pocas tus palabras”
La vida de oración de Elías fue eficaz, porque él vivía en la Presencia de Dios y al orar lo hacía con sencillez, lejos de las formas religiosas de su época. Hoy en día son necesarios creyentes como este profeta, quienes vivan en comunión genuina con El Señor y carentes de toda religiosidad exterior.
Jorge Müller dejó el siguiente registro de una de sus múltiples oraciones la cual nos lleva a enfrentarnos con nuestra propia manera de orar y necesariamente reflexionar que aún tenemos mucho que aprender en esta área para llegar a ser personas que puedan expresar a quienes nos rodean que existe un Dios y que el mayor testimonio de ello se halla en el hecho de que conversamos con Él cada mañana…
“Padre Celestial, quiero realidad en mi vida espiritual. El único deseo de mi corazón es conocerte tal como eres para adorarte y amarte solamente a Ti Las palabras pueden brotar con facilidad, pero tú conoces mi corazón. Ayúdame a vivir mi vida de tal manera que el mundo sea diferente porque yo estuve aquí. Tu brazo no se ha cansado, Señor. Toca mi espíritu hoy y hazme un instrumento de tu paz. Amén”
Fuente:
http://www.mdedecision.com.ar/180/180-una_simple_oracion_cinco_busquedas_en_el_padre_nuestro.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario