
Dentro de las necesidades básicas de todo ser humano que son la alimentación, la protección, la supervivencia, el desarrollo y el poder, las necesidades del amor, la aceptación y el perdon suman un factor fundamental en el desarrollo de una vida espiritual, intelectual, emocional y físicamente sana.
El ser amado por alguien a quien amamos mucho, o el ser amados por nuestras familias, por nuestros familiares, por nuestros amigos y cuantos nos rodean es la necesidad más importante para todos nosotros.
Pero, que desilución y angustia nos ocasiona cuando vemos que esa realidad tal vez, no es así.
Una persona que no recibe amor, no puede dar amor. No puede expresarlo porque no lo recibe y por ende no puede creer en el. Esa persona comienza a vivir en un mundo donde para el todos son sus enemigos.
Tal vez podría decir: "nadie me ama" ; "mi familia no me quiere" ; "mis amigos me desprecian ; me marginan y ni aún yo me amo". Y cuan dolorido quedamos cuando recibimos aún sin palabras pero a través de los hechos ésta realidad.
Mas tu debes saber que esto no durará para siempre si tu crees y aceptas lo que Dios dice a través de su palabra: "Dios se manifestó a mi ya hace mucho tiempo, diciendo : con amor eterno te he amado ; por tanto, te prolongue mi misericordia" (Jeremias 31:3).
Dios te ama. El te ha creado, el conoce tu vida, tus pesares, tus angustias, tus problemas, tus dolores. El te ama de tal forma en esta vida, que hace 2.000 años, el envió a su Hijo Jesucristo para morir en lacruz del calvario por tu vida.
Esto lo hizo, para que puedas comprender su interés y amor por ti, para que vivas bien en esta tierra y entiendas el porqué de todas estas cosas que te ocurren.
Tal vez, tu no te ames, pero debes amarte. Si Dios te ama de tal forma, tu debes amarte porque El te creó y te ama. A pesar de tus pensamientos debes creerle a Dios antes que a otra persona y debes corresponder hacia él tu amor también.
La aceptación tiene que ver con lo que uno es en esta vida y lo que uno ha podido llegar a ser o hacer. Tu forma de ser, tu inteligencia, tu bondad, tus acciones diarias, tu comportamiento para con los demas, tu testimonio que es lo que afecta la aceptación de los demas sobre ti.
Aún, tu no te aceptes a ti mismo. Tu cuerpo, tu figura, tu carácter y tantas cosas más que no aceptas de ti. Tal vez no has podido a llegar a terminar una carrera que tu anhelabas y conseguir un estatus de vida digno en medio de este mundo.
Pero debes saber que Dios te acepta tal cuál eres. No solo Dios te ama sino que él te acepta como sos.
Tu eres un Original para Dios y no hay otro, y que le importas a él más de lo que tu piensas. Jesús dijo: "Venid a mi todos los que están trabajados y cargados que yo os haré descansar" (Mateo 11:28).
Si te sientes pecador por tantas cosas malas e incorrectas que hicistes o haces, entiende que Dios aborrece el pecado pero ama al pecador y él te acepta con todas tus fallas y pecados para que de esta forma puedas recibir su perdón.
El enemigo del ser humano son fuerzas espirituales del mal que te mienten y te dirán que no tienes perdón de Dios. Te dirán, Tienes tantos pecados, que te va a perdonar Dios, mírate que sucio estás, haces esto o lo otro.
Pero debes creerle a Dios. El es un Dios perdonador: "Les fuíste un Dios perdonador, y retribuidor de sus obras" (Salmo 99:8); y te perdonará y aún hasta antes de morir si tu se lo pides. Pero primero debes perdonarte a ti mismo.
Tus errores, tus problemas y pecados fueron causa del mal que hay sobre la tierra por causa del pecado. Si tal vez has fallado para con alguien y para contigo mismo debes perdonarte por ello y no vivir en un constante clima de fracaso y desilución.
Más Dios conoce esto y es por eso que tomó la iniciativa y darle solución a este flagelo que atenta contra la humanidad y contra tu vida.
En el Evangelio de San Lucas encontramos la Historia del Hijo pródigo; Y él volviendo en si, (Ya que se encontraba sin esperanzas, sin solución a esta vida), acordó volver a su padre y decir las siguientes palabras: "Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo: hazme como a uno de tus jornaleros" (Lucas 15:18-19).
A través de Jesús y su muerte en la cruz tu puedes entender que Dios te ama. El te acepta y te perdona si tu se lo pides. Ven a él y recibe todo lo que tiene preparado para tu vida y puedas vivir en libertad para siempre.
por Marcelo Quiroga.
Con fe y amor.
Marcelo y Graciela Quiroga.
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