Y vino a él la palabra del Señor, diciendo: Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán. Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer
1ª Reyes 17:2-4
En muchos versículos, la Biblia habla de lugares de bendición. Lugares donde Dios tiene una provisión, una sanidad, una manifestación de su presencia, etc. Y en esta ocasión vemos como Elías tuvo instrucciones específicas y conforme él obedeciera iría directo al lugar de bendición.
Dios nos ha dado en sus Sagradas Escrituras las instrucciones precisas para estar en los lugares de bendición. Él ha alineado ciertas oportunidades y a la gente correcta para dirigirnos a su favor, siempre y cuando, nuestro corazón se mantenga en obediencia a su Palabra.
La Biblia dice que si yo vivo en unidad y confraternidad con otros discípulos seremos bendecidos (Salmos 133) Es decir, estaremos en el lugar correcto de la bendición.
Lugares así de especiales requiere de una obediencia especial. No se trata solo de decir que crees, sino de practicar lo que crees. Y que lo que crees y practicas esté alineado a la Palabra de Dios. Porque es asombroso cuanta gente practica cosas antibíblicas creyendo que está bien a los ojos de Dios.
Quizás ahora te encuentras en un lugar de desesperación o en un lugar donde reina la enfermedad, o tal vez, en un lugar de problemas y malas palabras. Lugares así traen frustración y desanimo que producen un vacío y falta de fe. Esto nos hace preguntar, ¿cómo es el ambiente de tu hogar?
Pero la buena noticia es que Dios puede trasformar el lugar de maldición en lugar de bendición. Cuando David se encontraba en el pozo de la desesperación, él puso su confianza en el Señor y Dios lo traslado a tierra de bendición (Salmos 40:2). En otras palabras, no importa el diagnóstico del doctor, no importa como se ve la limitación del dinero, no importa los problemas familiares, SI CONFIAS EN EL SEÑOR y sigues sus instrucciones verás su bondad que cambia tu ambiente en un lugar de bendición.
Eso es lo que Jesús le dijo al publicano que visitó. Cuando este hombre pecador reconoció el Señorío de Jesús y puso su confianza en Él, Jesús declaro: ¡¡hoy ha venido la salvación a esta casa!! (Lucas 19:7-9) Su casa había sido un lugar maldecido por la desobediencia pero por un acto de arrepentimiento y de restitución, Jesús lo transformo en un lugar de bendición.
Sí quieres conocer un lugar de bendición y recibir instrucciones que transformaran el lugar donde te encuentras en lugares de bendición, entonces el siguiente recuadro es para ti…
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Dios te Bendiga
Gentileza Juan Romero.
Grupo Cielosabiertos
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