11 de Enero - Adn humano
Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no
puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido
del Espíritu, espíritu es. San Juan 3:5-6
La mente natural está confundida y el corazón herido.
También sus pensamientos están sucios y su alma fatigada. Su cuerpo vendido al pecado y sus ojos habituados a la codicia. Sus oídos están afinados a escuchar lo malo, y su boca está llena de maldición. Su lengua está inclinada a hablar negativamente, y sus pies van a lugares indecentes. Sus manos están cansadas para trabajar, y su ánimo está desgastado. Sus fuerzas están debilitadas, y su existencia hastiada.
Además la espiritualidad está muerta, y la religiosidad está fracasada. La visión está bloqueada, y el entendimiento está entenebrecido. La inteligencia está afectada, y la sabiduría está trastornada.
Por demás, la fe está muerta, y sus emociones son fluctuantes, la cabeza está enferma y las rodillas paralizadas. La sociabilidad está peleada, y los pensamientos están turbados, sus caminos son torcidos y su libertad es condicional. Su futuro es incierto y su destino cuelga de un hilo. Su pasado no superado, y su presente sufre aflicción, su salud deteriorada y su vida es desordenada. Sus sentimientos están enfermos.
Pero en Cristo, su mente está creada a nuevo y de carne su corazón. Sus pensamientos están sujetos a la obediencia a Cristo y renovándose día a día. Su cuerpo comprado a la santidad y sus ojos santificándose constantemente.
Sus oídos están puestos a aconsejar a la necesidad. Su lengua está controlada por el Espíritu de Verdad y de dominio propio. Su boca instruida para hablar de Dios y de su reino.
Sus pies siguen las pisadas de Cristo Jesús, y sus manos puestas a trabajar en todo tiempo.
Su ánimo está levantado por la palabra de Dios y su voz amorosa. Sus fuerzas están fortalecidas por mí que le fortalezco diariamente.
Su existencia está escondida en el Señor Dios. Su espiritualidad está resucitada conmigo. Su religiosidad es relación con el trino Dios. Su visión está ampliada. Su entendimiento está restaurado. Su inteligencia está en conocer al Altísimo Dios. Su sabiduría es de lo alto. Su fe está avivada para obras santas. Sus emociones son sinceras y estables. Su cabeza está purificada y renovada. Sus rodillas están en oración con Dios. Su sociabilidad está pulida.
Sus caminos son de Jehová Dios. Su libertad es celestial y verdadera. Su destino es la ciudad celestial. Su pasado fue perdonado en Cristo Jesús.
Su presente es activo y vivo. Su salud está contenida para la fidelidad de Dios en Cristo Jesús, es ordenada y santa. Son los del Señor Jesús y Dios con el Espíritu Santo.
Yo Jesús de Nazareth, quien te declara lo que hay en el hombre natural y espiritual para que recibas este último en tu vida y en tu corazón.
Oración
Señor Jesús, Recibo en mi corazón tu vida espiritual porque la pecadora no la deseo. Gracias
Señor. Amén.
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